XV.-
Los evangelios y el origen del Nuevo Testamento
Autor: Rafael Camacho Monter
Para iniciar este estudio, y por la
temática central de este artículo, es importante reflexionar antes que nada, en
ejemplos de acontecimientos que ocurrieron en la vida de Jesús, relatados en
distinta forma por los evangelistas. Leamos lo siguiente:Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los
gadarenos, vinieron a su encuentro dos
endemoniados que salían de los sepulcros,
feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.Mat.
8:28. Ahora leamos otro pasaje con el mismo suceso: Vinieron
al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y cuando salió él de la
barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
Mrc. 5:1-3. Lucas narra que también era un solo endemoniado al que
exorciza Jesús. ¿A quién le creemos? Mateo fue discípulo de Jesús y fue testigo
de estos hechos. Lucas y Marcos fueron convertidos al cristianismo tiempo
después de la muerte de Jesús. ¿A ellos les dictó el Espíritu Santo para que
escribieran su evangelio? Veamos otro ejemplo: Al
salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que
Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
nosotros! Mat. 20:29,30àhasta el 34. Ahora comparemos la
versión de Lucas: Aconteció que acercándose Jesús
a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; y al oír a la
multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. Y le dijeron que pasaba Jesús
nazareno. Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia
de mí! Luc. 18:35-38.
No son dos casos distintos, estamos
hablando de la única llegada de Jesús y sus discípulos a Jericó, donde Jesús
hizo varios milagros. Aunque Mateo dice que “salían”. Marcos, incluso, relata
que este ciego se llamaba Bartimeo (Mrc. 10:46). Es común leer en varios
relatos de Mateo que habla de dos personajes, mientras que Marcos y Lucas
solamente mencionan uno. Otro ejemplo: el día de la resurrección de Jesucristo,
cuando van las mujeres al sepulcro, no encuentran a Jesús, pero les aparece uno
o dos ángeles ¿cuántos ángeles vieron estas mujeres? En este caso Mateo
menciona uno (28:2), Marcos también uno (16:5) y Lucas menciona dos (24:4);
Juan, por su parte, relata la presencia de dos ángeles (20:12). Esta disparidad
entre los evangelistas es fiel reflejo de la labor e investigación de cada
evangelista como hombre común, y muy lejos de la posibilidad que estos escritos
hayan sido dictados por alguna esencia divina. Más adelante veremos más
ejemplos similares.
El estudio al que ahora mismo nos vamos a
introducir, sonará grave ante la ligera observación, por lo cual les recomiendo
se profundicen en el análisis de lo que muestra el texto bíblico, para que
capten lo que realmente estoy intentando declarar. ¡Hey, fuera fanatismo! à
Luego de un hermético análisis en el texto griego, bajo el sistema de investigación
y exploración profunda que nos obliga el pragmatismo bíblico; movimiento al
cual los invito a participar. Apoyado estrictamente en el Nuevo Testamento
griego, para evitar posibles errores de las traducciones de las Biblias
contemporáneas, he logrado descubrir datos importantísimos, que muy pocos se
atreven a declarar. Gracias a Dios estamos ya muy lejos de la Inquisición del clero
católico, que perseguía a los herejes hasta llevarlos a la hoguera y quemarlos
vivos, aunque a los tales herejes les asistiera la razón bíblica. Gracias a mi
Dios, hoy puedo expresar libremente lo que tanto he estudiado, y ahora quiero
compartir mis investigaciones con todos ustedes, me gustaría muchísimo recibir
también vuestras opiniones. Y bueno, cuando lean el título de estos temas,
quizá pase en su mente alguna idea negativa hacia mí; no se preocupen, es
normal, únicamente les sugiero que me juzguen hasta que terminen de leer los
artículos. No olviden mi recomendación, en este estudio mantengan mente
abierta. Se resistirán a creer lo que van a leer, pero es totalmente cierto;
los invito a descubrirlo. No actuemos como hipnotizados por el fanatismo
religioso, es preciso dejar de soñar y poner los ojos en la realidad de las
cosas y no en la ilusión mística del pensamiento.
En
el N. T., muy poco fue escrito bajo inspiración del Espíritu Santo:
Por el hecho que Pablo le dijo a
Timoteo: Toda Escritura es inspirada divinamente…
2ª. Tim. 3:16. Ya, por eso, nos enclaustramos en la frase, y
fanáticamente encerramos en nuestra conciencia cada una de las palabras de la Biblia, y las consideramos
totalmente divinas. Pero hermanos, actuando de este modo, lo único que
mostramos es ignorancia y cerrazón. Es claro que no han alcanzado a comprender
el verdadero mensaje. Cuando Pablo le dijo estas cosas a Timoteo no existía aún
el Nuevo Testamento, ni siquiera pasaba por la mente de Pablo, que algunos
siglos después de su muerte, existiría un libro que se llamaría así. Siendo él
el autor de casi el 50% del contenido del NT, jamás tuvo en sus manos ese
libro. Pablo no hablaba del N T sino del Tanaj (Antiguo Testamento en hebreo),
o bien, de la Septuaginta
(traducción griega del Tanaj) que estaba muy de moda en esa época, tomándose
como origen divino únicamente lo escrito en la ley, en los salmos y en los
profetas (Lucas 24:44). Entenderás mejor
si lees en tu Biblia los textos.
La confección del NT se hizo hasta fines del siglo IV por miembros del
clero católico en Roma, los cuales recopilaron los fragmentos de escritos
evangélicos y apostólicos y los pergaminos de Patmos, los reunieron y fueron
traducidos al latín. Todo empezó a principios del siglo II, cuando Ireneo de
Lyon, seleccionó de entre todos los evangelios existentes, los cuatro que ahora
mismo tenemos en nuestras Biblias, apartando los demás, y calificándolos de
apócrifos. Ireneo fue discípulo de Policarpo, uno de los más aventajados
discípulos del apóstol Juan. En la era apostólica, los cristianos de entonces
se valían de pergaminos existentes en esa época (2ª. Tim. 4:13), así como de la Septuaginta (A T
griego) y de ciertos evangelios, incluyendo los que conocemos. Para el año 325,
cuando nace el catolicismo romano, cuando Constantino I organiza al
cristianismo y lo impone como religión de estado, todavía no existía el N Ten
su conjunto. No fue sino hasta el año 367, que el patriarca de la iglesia
griega, Atanasio, obispo de Alejandría, en una epístola designó 26 libros (no
en orden) que componen el NT, declarando apócrifa cualquier obra posterior a
las
escritas del primer siglo; dudándolo mucho,
finalmente es aceptado el libro 27: Apocalipsis. Y no fue sino hasta el
año 494, que el papa ßGelasio I
decretó el canon del Nuevo Testamento, organizando el orden de los libros,
desde Mateo hasta Apocalipsis, tal como están hasta el día de hoy.
Mira nada más cómo son las cosas; lo que
encierra el enajenamiento del fanatismo, si el obispo católico Atanasio,
hubiese aceptado como legítima la epístola de Clemente, quien desde Roma les
escribiera a los corintios; todos los actuales creyentes de cualquier
denominación evangélica la aceptarían, pero decimos que es apócrifa, porque un
obispo católico lo decretó... ¿Se dan cuenta? Esta epístola existe aún en
nuestros días, como existen otros manuscritos evangélicos considerados
apócrifos. Evangelios existieron muchos, no tengo la cifra, pero fueron muchos
los escritores de evangelios: Tomás, Judas Tadeo, Santiago, otro Mateo,
Pedro, Felipe, etc. Muchos de estos se conservan hasta el día de hoy. Esto
también lo cuentan libros de Historia Eclesiástica; pero coincide, y me basta,
con lo que puedes leer en Lucas 1:1 que dice:Puesto
que muchoshan
tratado de poner en orden la historia de las cosas… Si el NT fue
elaborado por el Clero Católico (la intendencia vaticana), cuatro siglos y
medio después que Pablo profiriese
la frase>Toda Escritura es inspirada divinamente…. ¿Entonces a que
Escritura se refirió Pablo? R.= Creo que es bastante entendible que Pablo se
refirió a las escrituras de los profetas
del A T. Los judíos llaman Escrituras del Tanaj al Antiguo Testamento;
en plural “Escrituras”, pues lo dividen en tres partes: תּוֹרָהTorá
las Escrituras de la Torá
(Pentateuco o libro de la ley); כְּתוּבִים,
Ketuvim «Escritos» estos son los escritos históricos y poéticos (Salmos,
Proverbios, Job, Cantares, Ruth, Lamentaciones, Ester, etc.); y a las
Escrituras a las cuales se refirió Pablo: Los Nevi'im
(del hebreoנְבִיאִים,
«Profetas»):
Y al que puede
fortalecerlos según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la
revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero
que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a
todas las gentes para que obedezcan a la fe. Rom.
16:25,26.>>A las Escrituras de los Nevi’im נְבִיאִים
¿Captaron ya a qué Escritura se refirió
Pablo cuando hablaba de las Escrituras? ¡Claro! A las Escrituras de los profetas.
Pablo no pudo referirse a un libro que todavía no existía. Fue en el siglo XVI
tras la Reforma
Protestante, que influenciado por el luteranismo, y
emocionado por el Nuevo Testamento de Juan Pérez de Pineda, el monje jerónimo,
Casiodoro de Reina, español, elaboró una Biblia castellana, eliminando los
libros considerados apócrifos (Tobías, Judith, Macabeos, Sabiduría, Baruc,
etc.), del Antiguo Testamento, y fue publicada en 1562. A esta versión le
llamaron Biblia Protestante, pero todos sabemos que esta Biblia cuya
traducción fue perfeccionada a principios del siglo XVII por Cipriano de
Valera, tiene cierto origen católico y luterano. Afortunadamente, gracias a
Dios podemos contar con copias del texto griego e investigar directamente a
fondo cada una de sus palabras, y alcanzar un más exacto entendimiento de lo
que nos quieren decir las Escrituras del Nuevo Testamento.
No todo lo escrito
en la Biblia
es de procedencia divina.Increíble, pero
cierto. Únicamente un 5% de cristianos está convencido que los evangelios y
demás cartas del Nuevo Testamento
fueron hechos por disposición humana, a excepción del Apocalipsis, la revelación
de Elohim que le dio a Jesucristo para que la revelara a Juan por medio de su
ángel (Apoc. 1:1); y del Antiguo
Testamento los libros proféticos, así como la ley dictada a Moisés y los
salmos. Repito: àCon
excepción del Apocalipsis, los demás escritos del Nuevo Testamento fueron
hechos bajo el libre albedrío de sus escritores. La inmensa mayoría de los
hermanos se confunden por la frase: “Toda
Escritura es inspirada divinamente…”. Suena lógico entonces
atribuirle divinidad a todos los escritos bíblicos. Esta misma postura toma la
iglesia católica. Yo no dudo, que el Espíritu Santo de Elohim haya motivado a
aquellos hombres a investigar, quizá desvelándose, escribiendo bajo la luz de
una antorcha, qué sé yo. Tenemos muchos libros históricos: Josué, Samuel, Reyes
y Crónicas, Ruth, Esdras, Esther, Nehemías, los evangelios, Hechos, etc.
Quiero ser más explícito: No estoy
diciendo que la doctrina que ofrecen las epístolas apostólicas sea de
carácter e invención humanos, no es por ahí, no se confundan. Pero por ejemplo,
comparemos cualquier epístola con el majestuoso libro de Apocalipsis… Nada qué
ver. En las epístolas se leen frases tales como: Alejandro
el calderero me ha causado muchos males: \\
Trae cuando vengas, el capote
que dejé en Troas, en casa de Carpo: y los libros, especialmente los
pergaminos…\\
Yo Tercio, que escribí la
epístola, os saludo en el Señor.… \\Erasto se quedó en Corinto: y a Trófimo dejé enfermo en Mileto…\\
Les saluda Gayo, mi huésped, y
de toda la iglesia…\\ Les saluda la iglesia que está en Babilonia…\\
He escrito a la iglesia; pero
Diótrefes, quien ambiciona ser el primero entre ellos, no nos admite.¿Estas
frases fueron dictadas por el Espíritu Santo? Considero que no estoy predicando
a niños de kínder garden, sino a personas de definido intelecto.
Ahora
compara estas frases: El
ángel me dijo: “Escribe: ‘¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas
del Cordero!' Y añadió: “Estas son las
palabras verdaderas de Dios”.Apoc.
19:9. Nada qué ver…Observa: “Trae cuando vengas el capote que dejé en
Troas…” ¿Qué te dice esta frase? Esto no es un dictado divino, ¡caramba! Es
una carta común, donde Pablo le encarga a Timoteo que cuando fuese a verlo a
Roma le llevase el capote y los libros que dejó en Troas con el hermano Carpo.
Así de sencillo. Es como cuando la esposa nos habla al celular: “Mi amor,
cuando salgas de la chamba no olvides pasar a la tienda por tomate y de una vez
te traes las tortillas. (En México “chamba” significa “trabajo”).
¿Quién dictó a quién? Tampoco en el caso
de la epístola a los Romanos es el Espíritu Santo dictándole a Pablo; fue Pablo
dictándole al hermano Tercio (Rom. 16:22) “Yo
Tercio, que
escribí la epístola, les saludo en el Señor”. Todo parece indicar que Pablo no escribía las epístolas,
sino que las dictaba para que otro las escribiera, ¿por qué? Nadie lo sabe… yo creo (idea personal), que Pablo
precisaba algún hermano que tuviese buena calidad de escritura griega, lo que
llamamos “bonita letra”, aunque también podría ser que Pablo ya tenía
problemas con su vista y le era difícil escribir. Ya al final de ellas, Pablo
las firmaba de su propia mano, anotando algunas cosas breves. (1ª. Cor. 16:21; La salutación de mí, Pablo, de mi mano. Parece ser
notoria la diferencia de letras que aparecían en las epístolas, entre el
verdadero escritor y el saludo o firma final de Pablo; considera Gál. 6:11 que
dice: “Mirad con cuán grandes letras les escribo de mi propia mano”. Consideren
también Col. 4:18; 2ª. Tes. 3:17; Filemón 1:19).
El fanatismo es un síndrome muy dañino y
perjudicial, porque bloquea al que lo posee y le resta oportunidad de crecer y
desarrollar su conocimiento; actuando de forma tan cerrada, lo único que se
hace es mostrar ignorancia. Si posees cualidades fanáticas, elimínalas de ti,
no sirven para nada. Las historias (los evangelios son historia) y las
epístolas no fueron dictadas por el Espíritu Santo. Posiblemente Samuel
escribió la historia de Ruth, o quizá Booz, en realidad no se sabe, pero esta
historia no fue dictada por el Espíritu Santo. Es historia, simple. El libro de
Josué, por ejemplo, aunque fue semi-corregido por los deuteronomistas, no
obstante contiene ciertos errores de casos históricos y geográficos. No nos
meteremos en profundidades sobre estos casos, investiguen. Para muchos de
ustedes que desconocen estas cosas, se les hará difícil comprenderlo, me
conforta saber que existen también muchos eruditos y estudiantes de la Biblia que están totalmente
de acuerdo conmigo. Sólo la profecía es de procedencia divina. Pedro nos
explica que…:
Porque la profecía no
fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana; mas los santos hombres
de Dios hablaron, siendo
inspirados del Espíritu Santo.2ª.
Ped. 1:21
Pedro individualiza a la profecía
bajo inspiración del Espíritu Santo. Pablo en sus epístolas nos enseña la
doctrina que recibió de Jesús. En sus personales escritos nos muestra la
sabiduría que le fue dada por el Señor; pero de ahí que especulemos que todos
los hechos históricos y epístolas se escribieron bajo un dictado divino del
Espíritu Santo, es un error. Podemos ver y aceptar, que los apóstoles estaban
llenos del Espíritu Santo, y llenos del Espíritu Santo hablaban, llenos del
Espíritu Santo sanaban enfermos, Pablo sanaba enfermos incluso con telas que
hubiesen sido tocadas por él, y luego llevadas a los enfermos, y estos sanaban
(Hch. 2:43; 19:12). Por su parte Pedro, sanaba enfermos con su sola sombra
(Hch. 5:15), pero esto no los transformaba en seres no humanos (Rom. 7:21-25).
¿Qué sucedió con Pedro?, si éste era un hombre lleno del Espíritu Santo, ¿por
qué fue reprendido por Pablo? Lee Gál. 2:11-15. ¿Por qué un hombre lleno del
Espíritu Santo actuaba de esa manera tan hipócrita? Sus epístolas son
importantísimas y sagradas, pero prescritas de su propio conocimiento, como el
pastor que le escribe una carta llena de recomendaciones y enseñanzas a alguna
iglesia de su estado o de su nación. La primera carta de Pedro fue escrita por
Silvano, hasta el capítulo 5:11, luego, desde el siguiente verso 12, y hasta el
final,
es redacción de Pedro (1ª. Ped. 5:12), observa
que el amén del verso 11 es de Silvano, mientras que el amén del
texto final es de Pedro. La segunda carta la escribe totalmente el propio Pedro
(2ª. Pedro 3:1).
Agregado:
o como los escritos que te envío Marisol, ¿acaso escribo yo por obra del
Espíritu Santo de Elohim? Y qué tal si dentro de tres siglos algún “importante”
católico los descubre y los canoniza, ¿no diría el mundo que fueron inspiración
divina de San Rafael? La
Epístola de San Rafa, jejeje.
Pablo era un hombre normal, como
cualquiera de nosotros; escribió en sus cartas la doctrina recibida de Jesús
por revelación o por visión: …mas vendré a las
visiones y a las revelaciones del Señor. 2ª. Cor. 12:1, 7-9; Gál.
1:12. Y de ello escribió en sus epístolas. Escrito o hablado, es lo mismo, ¿no
intuyes cuantas cosas habrán sido predicadas oralmente por Pablo a lo largo de
su carrera, las cuales desconocemos por no haber sido escritas?: … Lo que somos en
palabra por carta cuando estamos ausentes,lo mismo seremos también en hechos
cuando estemos presentes. Sin embargo, algunos corintios no veían a
Pablo como alguien importante: Porque dicen:
"Aunque sus cartas son duras y fuertes, su presencia física es débil, y su
palabra despreciable". El texto parece aludir otras cartas las
cuales no conocemos. Lean 2ª. Cor. 10:7-11. No se confundan, la sabiduría que
tenía Pablo con la que predicaba personalmente (verbalmente) o por cartas, era
provista por el poder de Dios en revelaciones y visiones:
Y ni mi palabra ni
mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con
demostración del Espíritu y de poder; Para que vuestra fe no esté fundada en
sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios.1ª.
Cor. 2:4,5. En visiones o en revelaciones, Pablo recibía las enseñanzas de
Jesucristo, luego las predicaba verbalmente o las escribía para que sirvieran
de enseñanza a las iglesias. Sin embargo, también en sus epístolas dijo esto: Lo que hablo, no lo hablo
según el Señor, sino como en locura, con esta
confianza de gloria.\\\ 2ª. Cor. 11:17. ¿Son
ministros de Cristo? (Hablo como si estuviera loco.) Yo más; en trabajos, más
abundante; en azotes…2ª. Cor. 11:23. \\\ Pero a los demás digo yo, no el Señor, que si un hermano tiene una mujer
que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.1ª.
Cor. 7:12. \\\ En cuanto a las doncellas no tengo mandamiento
del Señor, pero doy mi opinión como el
que habiendo recibido la misericordia del Señor es digno de confianza. 1ª.
Cor. 7:25. En estos versículos se observa mucho el sentir propio de Pablo. Sus
expresiones personales, sus opiniones y libertad de decisión “digo yo, no el
Señor…”.
Los apóstoles escribieron sus mensajes y
exhortaciones por su propia voluntad y libertad: Observa con detenimiento: Teniendo muchas cosas qué escribirles, no quise hacerlo mediante papel y tinta, pues espero ir a ustedes y
hablarles personalmente, para que nuestro gozo sea cumplido. 2ª Juan
1:12. ¿Por qué no quiso seguir escribiendo Juan si es que el Espíritu Santo
dirigía su epístola? Esto nos demuestra que no era el Espíritu Santo dirigiendo
la escritura de Juan en esta carta. La frase “no quise hacerlo” nos
demuestra voluntad y decisión propias. Tuve la intención de escribirte más
cosas, pero me arrepentí, no quise hacerlo, porque prefiero decírtelo
personalmente. La mejor prueba de esto, Lucas: no era profeta. Él escribió
su evangelio y la historia de los apóstoles, investigando
por su propia voluntad. Desglosemos las
frases más contundentes del siguiente texto de Lucas de la traducción
griego-castellano. Compáralo con tu Biblia:
Puesto que ya muchos
han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han
sido ciertísimas…àà…tal como nos las enseñaronßßlos que desde el principio las vieron con sus ojos y fueron
ministros de la palabra…à…me
ha parecido también a mí…à…después de haber investigado con gran esmero todas las cosas desde su origen, escribírtelas
por orden, excelentísimo Teófilo. Lucas
1:1-3.
Tal como nos las enseñaron los que
vieron con sus propios ojos. Lucas escribió de
lo que le comentaron los testigos presenciales de los hechos, además de sus
propias investigaciones.à Después de haber
investigado todo…y entonces es que
se dispone a escribirle a Teófilo. Este último término es παρηκολουθηκότιparekoloithzecoti.
Literalmente: habiendo investigado. Con esto Lucas expresa que
anduvo investigando los hechos desde su inicio. Y muy cierto, Lucas es el único
que habla de los padres de Juan bautista: Zacarías; lo del ángel Gabriel
y que Zacarías quedó mudo; de Elizabeth, de su embarazo y el salto de su bebé
al recibir a María. El único que habla del niño Jesús (12 años). Es muy
probable que estos hechos los escuchara directamente de los labios de la propia
María. Porque si fuese verdad que todo esto se lo dictó el Espíritu Santo, no
veo entonces por qué Lucas presuma
diciendo que anduvo investigando. El Espíritu Santo es un Espíritu perfecto, de
seguridad y no de aproximación. En
algunos versículos del evangelio de Lucas vemos escritura imperfecta.
Cuenta Lucas (cap. 9) que estando Jesús
en una zona apartada de Betsaida (vso. 10), hasta donde le siguió la multitud,
Jesús predica un hermoso y elocuente sermón a las gentes que se habían reunido
diciéndoles: Pero les digo en verdad, que hay
algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el
reino de Dios. Con estas palabras termina Jesús el sermón. Lee desde
el versículo 22 el sermón completo. Lucas no nos relata qué hizo Jesús los
siguientes días, sólo dice que…: Y sobrevino como ocho días después de
estas palabras, que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Lucas
9:27, 28.
Lucas no estaba seguro en la exacta
cantidad de días… o… ¿será justo pensar que es el Espíritu Santo el que no se
acordaba cuántos días habían pasado desde el Sermón de Cristo hasta su
transfiguración en el monte? No mis hermanos, esta sólo es una prueba
irrefutable que, humanamente,
Lucas en sus investigaciones no encontró el dato exacto, y no nos asegura con
exactitud cuántos días pasaron desde el sermón hasta el día que Jesús se
transfiguró. Sólo dice que como ocho
días después de su sermón a sus discípulos (Luc. 9:23-27; Mat. 16:24-28).
Pudieron haber sido siete, nueve, diez días. Mateo en cambio, dice que fueron seis días después
(Mat. 17:1), cuando el Señor se transfigura. ¿Cuál de estos dos discípulos dijo
la verdad? Sé que debemos respetar todo escrito, pero uno de los dos no dijo la
verdad o no investigó bien. Mi celo por defender la perfección del Espíritu Santo,
me hace rebelarme a creer como divino todo lo escrito: no es posible que el
Espíritu Santo le haya mencionado a Lucas ocho días y a Mateo seis. Simplemente N
O E S P O S I B L E.
Lucas
habla de la hija de Jairo, diciendo que era una niña como de doce años. Igual pudo haber sido mayor o menor. Asimismo,
en muchos de los casos cuando se trataba de contar a las gentes, en sus
investigaciones Lucas no consiguió los datos exactos, como el caso de los que
estaban en el aposento alto. Nosotros decimos que eran justo ciento veinte
almas, pero Lucas no aseguró tal cantidad, dijo que eran como ciento veinte (Hch. 1:15), a lo mejor eran menos, o más. Luego
los convertidos y bautizados en Pentecostés comotres mil (Hch. 2:41); más
adelante de los que oyeron la palabra se convirtieron como cinco mil (Hch. 4:4,
lee también 5:36). Tenemos también
cuando Pablo en Éfeso bautiza varios hombres. Lucas escribe que: Y eran en todos como unos doce hombres.Hechos
19:7. ¿Por qué Lucas no proporcionó datos exactos? R.= Porque en sus
investigaciones, Lucas no recibió de sus informantes los datos exactos. Los
bautizados por Pablo en Éfeso pudieron haber sido diez, once o trece. El único
dato exacto de personas que anotó Lucas en sus escritos fue…: Y éramos todas las personas en la nave doscientas
setenta y seis.Hch. 27:37. ¿Sabes por qué este dato sí lo anotó
exacto? Porque él viajaba junto con Pablo en esa ocasión, el verbo éramos
lo confirma, es obvio que contó a las personas para anotar el dato exacto. De
no haber sido así, hubiera escrito que eran como trescientas las
personas que iban en ese barco. Esto demuestra que las anotaciones de Lucas,
como él mismo lo dijo, fueron impresas luego del resultado de sus propias
investigaciones, para plasmar la historia de la vida de Jesús y los apóstoles.
Grandiosa obra la de Lucas, sin duda
alguna. No es evidente que Lucas hubiese recibido información de parte de algún
ser divino o celestial, como en el caso de Juan en la isla de Patmos. Sólo es
una fantasiosa ilusión que nos proporciona la falsa idea que ha sido incrustada
en nuestra conciencia, hermanos, el Espíritu Santo no actúa caprichosamente así
como se imaginan. Y bueno, a los que predican… si el Espíritu Santo pone
palabras en su boca, ¿por qué cuando se paran en el púlpito o en el atril,
llevan ya previamente elaborado el bosquejo de su tema para que no se les
olviden los textos? ¿No confían en el Espíritu Santo quien les recordará todas
las cosas, o no confían en su memoria? ¿Para qué estudias el tema que vas a ir
a predicar a la iglesia en “San Martín de los Nopales”, si el que te va a guiar
es el Espíritu Santo? No hermanos, no se equivoquen, el Espíritu Santono actúa
así.Las epístolas de los apóstoles fueron cartas comunes, escritas por decisión
propia. A lo largo de la carrera
apostólica de Pablo, escribió cartas a diversas iglesias, y a algunos de sus
coadjutores, simple. Es el ser humano, el creyente, el fanático, el que las ha
matizado como divinas, ¿no es esto idolatría? No digo que sea idolatría intencional;
es más bien falta de entendimiento. Las cartas, por más santo que sea quien las
escribe no son divinas, sino humanas (por favor lee 2ª. Cor. 10:8-11).No digo
lo mismo de los escritos proféticos, aunque aclaro: de origen divino es el contenido, no el profeta: Inspirado es, por
ejemplo, el contenido del libro Apocalipsis, no Juan, puesto que el hombre es hecho menor incluso que los
ángeles (Salmos 8:4,5), y ni aún los ángeles son considerados seres divinos
(Apoc. 19:10; 22:8,9). …yo soy consiervo tuyo…
adora a Dios.
Estoy consciente que todas estas frases
por mí expresadas se prestan a ser tomadas como la blasfemia de un loco.
Tranquilos, no preparen la hoguera todavía, primero les explico: Es fácil. No
creo ni puedo aceptar que el Espíritu Santo sea informal o voluble, dictando a
Mateo un suceso de un modo, y a Marcos el mismo suceso, pero con detalles
diferentes. Hay pasajes entre los evangelistas que si bien son narrados de modo
diferente, te proporcionan la misma idea. Entiendes lo mismo; pero cuando lees,
por ejemplo en Mateo, que Jairo le dice a Jesús: “Mi
hija acaba de morir”. Luego lees
en Marcos que Jairo le dice a Jesús: “Mi hija
está agonizando”.¡¿Eh?! ¿Acaba de
morir o está agonizando? (Mat. 9:18 y Mrc. 5:23). Los dos anteriores textos
están hablando del mismo suceso, es el mismo Jairo y la misma hija; la
diferencia, que para Mateo la hija de Jairo ya había muerto, mientras que para
Marcos, la hija de Jairo apenas estaba agonizando. Por lo pronto, nos quedamos
con la duda, cuál de los dos dijo la verdad.
¿Cuál de los dos escribió la realidad de
las cosas? O es que ¿el Espíritu Santo a Mateo le dictó una cosa y a Marcos
otra? No puede ser, ¿verdad? Otro ejemplo: Luego del sábado, María Magdalena, María, la madre de
Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de
mañana, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro cuando el sol ya había salido. Mrc.
16:2. Tras la muerte de Jesús, dice Marcos que las mujeres fueron al sepulcro
de Jesús, con el propósito de ungir su cadáver, y que esto lo hicieron muy de
mañana, ya salido el sol. \\\ Ahora
bien, nos sorprendemos que al leer el evangelio de Juan 20:1, nos dice: El primer día de la semana,María Magdalena fue de mañana, siendo
aún oscuro,al sepulcro, y vio
quitada la piedra del sepulcro.¡Por fin!
¿Estaba aún oscuro, o ya había salido el sol? Y existen más pasajes evangélicos
de esta misma naturaleza. Por lo pronto nos quedaremos con la duda del momento
exacto en que las mujeres fueron al sepulcro, si era la oscura madrugada del
domingo, o minutos después de haber salido el sol. No es posible aceptar que el
Espíritu Santo a un evangelista le haya dictado un suceso de un modo, y a otro
le hubiese dictado el mismo suceso totalmente diferente. El Espíritu Santo es
perfecto. Un último ejemplo (aunque hay muchos más): Mateo asegura que los
apóstoles, inmediatamente después de haber resucitado Jesús, se fueron a
Galilea:Pero sus once
discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado.Mat.
28:16. Galilea dista de Jerusalén aproximados 115 kilómetros, que
ida y vuelta dan el doble. En aquella época era imposible ir y venir en un solo
día. Contrario a lo dicho por Mateo, Lucas afirma que los apóstoles no fueron a
Galilea como Mateo declaró. Luego de su resurrección, Jesús les ordena a sus
discípulos que…: He aquí, yo enviaré la
promesa de mi Padre sobre ustedes; pero quédense
ustedes en la ciudad de Jerusalén, hasta que sean investidos de poder desde lo alto. Luc.
24:49.Leyendo Juan 20:19-29, se observa que por lo menos toda esa semana
estuvieron los discípulos en Jerusalén. ¿Por qué Mateo afirma que se fueron a
Galilea y no menciona su estancia en Jerusalén? ¿Cómo le hacemos aquí para que
no haya contradicción? ¡¡¡Claro que Hay
Contradicción!!!
Queramos aceptarlo o no, hay ciertos
comentarios en los evangelios que no son armónicos. Estas contradicciones no
pueden provenir del Espíritu Santo de Elohim, el cual es un Espíritu de orden y
perfección. Los evangelios son resultado de la hermosa dedicación de esos
hermanos evangelistas y apóstoles, seres humanos como nosotros, que estuvieron
compilando los relatos que de aquí y de allá se decían entre las gentes de las
cosas que sucedieron en la vida de Jesús (Luc. 1:1-3). Así como los relatos de
las propias vivencias de Juan: Y el que lo ha
visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la
verdad, para que ustedes también crean. Juan
19:35. Este es el discípulo que da
testimonio de estas cosas y el que escribió esto, y sabemos que su testimonio
es verdadero. Juan 21:24. Pero
tuvieron errores; estos desórdenes en los comentarios no pueden ser un dictado
divino, sino acción humana; creo que ya está claro y valió la pena ser
repetitivo. Me obligo aclararles, que no estoy diciendo que las epístolas y los
evangelios, por el hecho de no haber sido redactados bajo el Espíritu Santo no
tengan ningún valor ni sean importantes. ¡Claro que son importantes, y valiosísimos! En
ellos está plasmada gran parte de la doctrina verdadera del evangelio de
Jesucristo. Sin ellos no tendríamos eso tan parecido a la doctrina de Cristo;
no tengo, ni la más pequeña duda, que Dios y su Espíritu Santo hayan influido
en el espíritu del hombre para estimularlo a escribir las historias religiosas;
si analizan con detenimiento los textos que les he presentado, van a
cerciorarse que existe inmensa actividad humana en los escritos del Nuevo
Testamento, con excepción del libro profético Apocalipsis, cuya parte humana
sólo está en la participación de Juan como escritor. Que Elohim los bendiga…
Espero
que este estudio te haya hecho sonreír, te haya sido útil, y que haya sido de
grata lectura, toma sólo lo que consideres de edificación. Espero tus
comentarios y preguntas. Paz a ti…
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